JUAN RULFO
Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo
Vizcaíno.
Escritor mexicano (Sayula, Jalisco, 1918- México 1986). Un volumen de cuentos El llano en llamas (1953) y una novela
breve Pedro Páramo (1955), bastaron
para convertirle en una figura esencial de la narrativa contemporánea
latinoamericana. Ambos títulos se funden cerrados en un miserable mundo rural;
el mundo cruel y vertiginoso de los cuentos coexiste con el caos inmutable de
la novela. Realizó, asimismo, guiones cinematográficos (El gallo de oro, 1980). Fue un excelente fotógrafo que captó la
realidad social y el paisaje mexicanos.
Rulfo cuando tiene la necesidad de
situar geográficamente a sus personajes lo hace en un marco que engloba la
región de Jalisco en la cual nació y pasó su infancia. Se basa en los recuerdos
que tiene sobre esta zona a los que hay que considerar como una referencia de
esas tierras y de sus habitantes cuyos problemas y actitudes nacen de una
situación muy concreta. El autor ha aludido muchas veces al ambiente rural en
el que surgen estas historias. Pero del mismo modo el autor ha querido dejar
claro que sus obras tienen un carácter universalista al contrario de lo que
hayan podido pensar los que le criticaron de regionalista.
TEMA CENTRAL
El tema podría ser una historia de
esperanzas muertas, las ilusiones frustradas porque todos los personajes tienen
una ilusión, un anhelo que en ninguno de los casos se llega a alcanzar. Por
ejemplo en el caso de Pedro Páramo él quiere a Susana pero cuando la consigue
está perturbada, no está como él la había conocido. Este personaje es vapuleado
constantemente por la vida, lo cual le hace ser duro con los demás e ignorar
sus sentimientos. En el caso de Dolores Preciado ocurre algo parecido, ella se
ilusiona con la idea de su boda con Pedro Páramo pero éste no la quiere en
realidad, pretende no saldar su deuda con ella y su hermana beneficiándose de
la unión matrimonial. Ella se va con su hermana con la esperanza de que Pedro
la eche en falta, a ella y a su hijo (quien narra la historia, Juan Preciado).
Pero esto no ocurre porque Pedro no le importan demasiado ni ella ni el hijo de
ambos.
Todos los personajes se sienten
defraudados con la vida algunos incluso perdieron la esperanza de vivir y se “sentaron a esperar la muerte”. Además
todos ellos están muertos, Comala es, en más amplio y literal sentido de la
expresión, un pueblo fantasma. Los únicos habitantes de este pueblo son
espectros ánimas en pena que vagan por un pueblo en el que no hay ningún ápice
de vida
TEMAS
SECUNDARIOS
Las
relaciones vida-muerte. En la obra las diferencias entre la
vida y la muerte no son muy claras en un principio. Se puede pensar que los
personajes están vivos y que los sucesos extraños son producidos por
alucinaciones o similares; pero a medida que se avanza te vas dando cuenta que
los personajes son almas en pena, muertos que no han podido alcanzar el estado
de gracia, que no han podido ir al “paraíso”.
La muerte de Juan Preciado, que no queda muy claro si es anterior o posterior a
su llegada a Comala (a mi parecer es posterior), sirve como nexo comunicante de
la muerte hacia el lector y aclara muchas de los aspectos que hubiesen podido
quedar poco claros. Uno de estos aspectos puede ser los fragmentos salteados de
conversaciones y hechos que conciernen a la vida de los personajes y que
explican posteriores comportamientos de dichos personajes.
El
reflejo del alma mexicana. En México existe una marcada tradición
por la muerte y las creencias populares en torno a la misma son numerosas. En
la obra se puede apreciar muy marcadamente una de ellas como es la de las
ánimas en pena. Según esta creencia a la tierra regresan las ánimas; que son
las almas de los que murieron en pecado. En la obra se puede apreciar la gran
importancia que todos los personajes le dan al pecado; el sentimiento de pecado
es intensísimo en toda la obra. Todos los personajes están resignados a no
obtener el perdón y a que, cuando mueran, vagarán como ánimas hasta purgar su
pecado si algún vivo reza por ellas.
La
búsqueda del padre. Juan Preciado llega a Comala con la intención de
buscar a su padre Pedro Páramo. Este individuo es padre también de otros hijos
en su pueblo, por ejemplo el hombre con el que se encuentra Juan, Abundio, dice
ser hijo de Pedro como él. Juan, sin embargo, y pese a que le han dicho que no
encontrará a su padre, puesto que éste está muerto, permanece en Comala hasta
que ya no se puede marchar (ya que está muerto).
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