Uno
“Una vez depuesto el Virrey Pezuela, el Jefe de Estado
Mayor, Canterac, dispuso que Ricafort volviese a la sierra donde continuaba la
agitación de los indígenas, excitados por la matanza de Cangallo y de Huancayo
y donde Aldao, con actividad digna de encomio, secundado por Otero y otros jefes
peruanos, hacían con sus correrías todo el daño posible a sus enemigos e
interceptaban las comunicaciones con la costa. Como las fuerzas que disponía
Ricafort fuesen reducidas se ordenó a Valdez que saliese con 1,200 hombres
en dirección al Valle del Mantaro.
El 3 de Marzo las tropas del primero
habían dispersado en las cercanías de Concepción a una montonera, pero hallándose el país
alzado, prefirió situarse en Izcuchaca, a fin de defender aquel paso y aguardar
los refuerzos esperados. Estos llegaron bien pronto y, unidos ambos jefes,
determinaron cruzar el río y pasar a la margen izquierda, tendiendo un puente
de maromas, por el lado de Concepción. No lo hicieron a mansalva, porque los
indios, a los cuales animaban las hermanas Toledo, patriotas decididas que lo
sacrificaron todo por la causa de la libertad, les opusieron tenaz resistencia.
Al fin lograron entrar en el pueblo que encontraron casi desierto, por haber
huido casi todos sus habitantes. De Concepción pasaron a Ataura, más al
norte y en la misma banda del río, donde cerca de 4,000 indios intentaron
oponerse al paso de los realistas que, enardecidos por el combate, dejaron
tendidos en el campo a más de cuatrocientos.”(*)
(*)VARGAS UGARTE, Rubén, S.J. “Historia General del
Perú”, Tomo VI, Ed. Milla Batres, Lima, Perú, 1971. Pág. 116-117
Anotaciones personales:
-
El
3 de marzo hubo un enfrentamiento armado cerca de Concepción entre Ricafort y
una montonera patriota.
-
La
acción de cruce del puente por el lado de Concepción ocurrió después que
Ricafort estuvo en Izcuchaca y entró en contacto con los refuerzos de Valdez y
eso sólo pudo ocurrir en fecha posterior de 25 de marzo de 1821 en que Valdez
salió de Asnapuquio hacia la sierra central por orden de Canterac.
-
Inmediatamente después de las ocurrencias del
puente y el ingreso de los realistas a Concepción se llevó a cabo el combate de
Ataura el 12 de abril de 1821.
-
La
acción de las heroínas Toledo no fue el 3 de marzo ya que Ricafort se reunió
con los refuerzos que comandaba Jerónimo Valdez en la localidad de Mito el 9 de
abril de 1821.
Dos
“4.2.1
Acciones de Concepción
5.4.2.1.1
Ricafort sorprende a Aldao, 3 de Marzo.
El sanguinario Ricafort volvió de Lima por la ruta de
Canta con destino al valle de los huancas. Cuando llegó a Concepción
sorprendió una partida de caballería de Aldao; mató cuatro hombres y tomó
prisioneros otros tantos y se apoderó también de una pieza de artillería (3 de
marzo de 1821). El encuentro –según Sanabria- fue al pie del cerro de Alapa donde
los guerrilleros ofrecieron férrea resistencia (Historia de Urin Huanca, p.
100).
Luego como vio que estaba alzado todo
el valle, optó por retirarse a Izcuchaca a fin de contactarse con Huancavelica
y Huamanga y, a la vez, esperar a Jerónimo Valdez. Parece que esta vez quiso cambiar de
táctica usando la diplomacia, pues, a su paso por Huancayo emitió un bando
(19 marzo) dirigido a los moradores del
valle del Mantaro pidiendo disculpas por el saqueo de casas en la campaña
anterior. Emitió también un comunicado desde Colca (29 marzo) a raíz de haberse hallado mutilada a
una mujer y prometió sancionar al culpable; promesa que cumplió, pues mandó
fusilar a un soldado realista, autor del crimen. Sabedor del avance de Valdez,
volvió de Izcuchaca con dirección al valle.
5.4.2.1.2 Valdez
y Ricafort atacan a Concepción. El heroísmo de las Toledo. 10 de Abril
El coronel Valdez vino de Lima por la ruta de San Mateo;
llegó a Yauli el 22 de marzo y permaneció allí hasta los primeros días de
abril. Una vez recuperado del cansancio prosiguió su viaje hacia el valle de
Jatunmayo. Se encontró con Ricafort en el pueblo de Mito (9 abril). Allí
acordaron dirigirse a Concepción utilizando el puente Balsa, pero la guerrilla
de Concepción en número de 80, le opone tenaz resistencia en el referido puente
(10 de abril de 1821). A causa de ello, los realistas pierden cuatro hombres; y
los concepcioninos, tres. Jerónimo Valdez sufre el primer golpe serrano.
Según varias versiones, “María e Higinia Toledo” residían
en Concepción de Achí junto con su madre Cleofé de Toledo. Sabedoras de la
intención de Ricafort y Valdez de querer transponer el puente Balsa, ellas, en
compañía de un grupo de achinos debilitaron las cadenas o cables del puente sin
que nadie pudiera sospechar nada.
5.4.2.2
La Acción de
Ataura (Jauja)
Ricafort y Valdez, después de
incendiar a Concepción, prosiguieron su marcha hacia Jauja. Cuando se hallaban
a tres kilómetros de dicho pueblo, se dieron con la sorpresa de que 4,000
guerrilleros les esperaban apostados en las colinas de Ataura en son de guerra
(12 abril).”(**)
(**)CASTRO VASQUEZ, Aquilino. “Hanan Huanca, historia de
Huanca Alta y de los pueblos del valle del Mantaro”, Ed.Stella, Lima, Perú,
l992. Pág. 283-284
Tres
4.
COMBATE DEL 3 DE MARZO DE 1821
“Germán Leguía y Martínez narra la acción así:
Cerca de Jauja, impúsose de que sus adversarios habían
abandonado la zona de ese partido y del de Huancayo, para acantonarse en el
Cerro, que era a la sazón su cuartel general; y de que, por tanto, el camino
hacia la gran mesa encontrábase, no sólo abierto, sino poco menos que
desguarnecido.
No había, en efecto, para estorbarle
el paso, más que un destacamento de caballería, instaurado por Aldao en
Concepción, ascendente a un centenar escaso de hombres, allí puesto de mera observación,
o tal vez base y núcleo de los indígenas del valle, que como sus congéneres de Tarma,
Jauja y Huancayo, se habían sublevado y estaban completamente decididos por la
causa de la independencia.
El 2 de marzo a media noche, púsose Ricafort en marcha
hacia el pueblo referido (Concepción) con toda clase de precauciones a fin de
presentarse por sorpresa; medida que si era necesaria para desbaratar el
insignificante número de patriotas le economizaría por lo menos el gasto de
fuerza y sangre exigida por toda resistencia.
A las tres de la matrugada del 3 de
marzo de 1821 cuando el pequeño escuadrón hallábase dormido, y por supuesto
descuidado, a causa de no haber tomado señal ni anuncio de ningún próximo
enemigo, los realistas entraron sigilosamente en Concepción y asaltaron por
diversos puntos el cuartel en que aquél habíase alojado, y sin brindar el menor
espacio para cualquier acción; consumados así de un solo golpe el bien planeado
y facílicimo triunfo. Sin embargo los primeros disparos despertó al pueblo y
enterados del asalto, se movilizó la guerrilla en defensa de la pequeña y única
fuerza dejada en el valle; la confusión y el desorden que se ocasionó en la
obscuridad produjo numerosas bajas entre los patriotas alzados del pueblo que
se defendió sólo con escopetas y rejones.
5. LAS HEROINAS
TOLEDO.
Tres semanas después de la sorpresa de Concepción,
ocurrida el 3 de marzo, el 24 del mismo
mes, llega al cuartel general de Asnapuquio, por senderos extraviados, usado
sólo por los veloces chasquis, pliegos cerrados enviado por el desesperado
Ricafort pidiendo apoyo urgente por encontrarse amenazado simultáneamente del
lado de Cerro de Pasco por Aldao y desde Huamanga y Huancavelica por los
montoneros de Huanta y Cangallo que buscaban la revancha ansiosos de vengar los
crímenes cometidos por ellos.
La reacción del mando realista fue inmediata; al día
siguiente 25 de marzo, salían del campamento de Asnapuquio con destino a la
sierra central, el coronel Jerónimo Valdés, jefe del estado mayor del ejército
español conduciendo un destacamento de 1,200 hombres…
El 9 de abril, mientras Valdés
partiendo de Huaripampa, avanzaba de norte a sur por la margen derecha en busca
de Ricafort, éste lo hacía de sur a norte encontrándose en el pueblo de Mito.
Avanzaron resueltamente para ocupar Concepción, cruzando la zona pantanosa de
la Huaycha.
Entre tanto los pobladores de le región cruelmente
castigados por los españoles cada vez que pasaban por ella, se mantuvieron en
constante alerta para huir o defenderse; así desde el momento en que ellos
pisaron el valle, se extremó el alerta y la vigilancia; pronto llegaron
mensajes que indicaban con precisión la presencia de Valdés y Ricafort. En
Concepción se había preparado con toda oportunidad para defenderse
agresivamente del enemigo recordando lo sucedido el 3 de marzo con el escuadrón
dejado allí; era pues necesario no dejarlos entrar en la ciudad. Las Toledo se
dedicaron a reunir personal para organizar la defensa del puente.” (***)
(***)MENDOZA MELENDEZ, Eduardo: “La Independencia”. Ed.
Santa Bárbara, Lima, Perú, l999. Pág. 71-72.
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