martes, 9 de abril de 2013

Las heroínas Toledo: recopilación bibliográfica


Uno

“Una vez depuesto el Virrey Pezuela, el Jefe de Estado Mayor, Canterac, dispuso que Ricafort volviese a la sierra donde continuaba la agitación de los indígenas, excitados por la matanza de Cangallo y de Huancayo y donde Aldao, con actividad digna de encomio, secundado por Otero y otros jefes peruanos, hacían con sus correrías todo el daño posible a sus enemigos e interceptaban las comunicaciones con la costa. Como las fuerzas que disponía Ricafort fuesen reducidas se ordenó a Valdez que saliese con 1,200 hombres en dirección al Valle del Mantaro.

El 3 de Marzo las tropas del primero habían dispersado en las cercanías de Concepción a una montonera, pero hallándose el país alzado, prefirió situarse en Izcuchaca, a fin de defender aquel paso y aguardar los refuerzos esperados. Estos llegaron bien pronto y, unidos ambos jefes, determinaron cruzar el río y pasar a la margen izquierda, tendiendo un puente de maromas, por el lado de Concepción. No lo hicieron a mansalva, porque los indios, a los cuales animaban las hermanas Toledo, patriotas decididas que lo sacrificaron todo por la causa de la libertad, les opusieron tenaz resistencia. Al fin lograron entrar en el pueblo que encontraron casi desierto, por haber huido casi todos sus habitantes. De Concepción pasaron a Ataura, más al norte y en la misma banda del río, donde cerca de 4,000 indios intentaron oponerse al paso de los realistas que, enardecidos por el combate, dejaron tendidos en el campo a más de cuatrocientos.”(*)

(*)VARGAS UGARTE, Rubén, S.J. “Historia General del Perú”, Tomo VI, Ed. Milla Batres, Lima, Perú, 1971. Pág. 116-117

Anotaciones personales:

-          El 3 de marzo hubo un enfrentamiento armado cerca de Concepción entre Ricafort y una montonera patriota.
-          La acción de cruce del puente por el lado de Concepción ocurrió después que Ricafort estuvo en Izcuchaca y entró en contacto con los refuerzos de Valdez y eso sólo pudo ocurrir en fecha posterior de 25 de marzo de 1821 en que Valdez salió de Asnapuquio hacia la sierra central por orden de Canterac.

-           Inmediatamente después de las ocurrencias del puente y el ingreso de los realistas a Concepción se llevó a cabo el combate de Ataura el 12 de abril de 1821.

-          La acción de las heroínas Toledo no fue el 3 de marzo ya que Ricafort se reunió con los refuerzos que comandaba Jerónimo Valdez en la localidad de Mito el 9 de abril de 1821.

Dos

“4.2.1 Acciones de Concepción
5.4.2.1.1 Ricafort sorprende a Aldao, 3 de Marzo.

El sanguinario Ricafort volvió de Lima por la ruta de Canta con destino al valle de los huancas. Cuando llegó a Concepción sorprendió una partida de caballería de Aldao; mató cuatro hombres y tomó prisioneros otros tantos y se apoderó también de una pieza de artillería (3 de marzo de 1821). El encuentro –según Sanabria- fue al pie del cerro de Alapa donde los guerrilleros ofrecieron férrea resistencia (Historia de Urin Huanca, p. 100).

Luego como vio que estaba alzado todo el valle, optó por retirarse a Izcuchaca a fin de contactarse con Huancavelica y Huamanga y, a la vez, esperar a Jerónimo Valdez. Parece que esta vez quiso cambiar de táctica usando la diplomacia, pues, a su paso por Huancayo emitió un bando (19  marzo) dirigido a los moradores del valle del Mantaro pidiendo disculpas por el saqueo de casas en la campaña anterior. Emitió también un comunicado desde Colca (29  marzo) a raíz de haberse hallado mutilada a una mujer y prometió sancionar al culpable; promesa que cumplió, pues mandó fusilar a un soldado realista, autor del crimen. Sabedor del avance de Valdez, volvió de Izcuchaca con dirección al valle.

5.4.2.1.2 Valdez y Ricafort atacan a Concepción. El heroísmo de las Toledo. 10 de Abril

El coronel Valdez vino de Lima por la ruta de San Mateo; llegó a Yauli el 22 de marzo y permaneció allí hasta los primeros días de abril. Una vez recuperado del cansancio prosiguió su viaje hacia el valle de Jatunmayo. Se encontró con Ricafort en el pueblo de Mito (9 abril). Allí acordaron dirigirse a Concepción utilizando el puente Balsa, pero la guerrilla de Concepción en número de 80, le opone tenaz resistencia en el referido puente (10 de abril de 1821). A causa de ello, los realistas pierden cuatro hombres; y los concepcioninos, tres. Jerónimo Valdez sufre el primer golpe serrano.

Según varias versiones, “María e Higinia Toledo” residían en Concepción de Achí junto con su madre Cleofé de Toledo. Sabedoras de la intención de Ricafort y Valdez de querer transponer el puente Balsa, ellas, en compañía de un grupo de achinos debilitaron las cadenas o cables del puente sin que nadie pudiera sospechar nada.

5.4.2.2
La Acción de Ataura (Jauja)

Ricafort y Valdez, después de incendiar a Concepción, prosiguieron su marcha hacia Jauja. Cuando se hallaban a tres kilómetros de dicho pueblo, se dieron con la sorpresa de que 4,000 guerrilleros les esperaban apostados en las colinas de Ataura en son de guerra (12 abril).”(**)

(**)CASTRO VASQUEZ, Aquilino. “Hanan Huanca, historia de Huanca Alta y de los pueblos del valle del Mantaro”, Ed.Stella, Lima, Perú, l992. Pág. 283-284

Tres

4. COMBATE  DEL 3 DE MARZO DE 1821

“Germán Leguía y Martínez narra la acción así:
Cerca de Jauja, impúsose de que sus adversarios habían abandonado la zona de ese partido y del de Huancayo, para acantonarse en el Cerro, que era a la sazón su cuartel general; y de que, por tanto, el camino hacia la gran mesa encontrábase, no sólo abierto, sino poco menos que desguarnecido.

No había, en efecto, para estorbarle el paso, más que un destacamento de caballería, instaurado por Aldao en Concepción, ascendente a un centenar escaso de hombres, allí puesto de mera observación, o tal vez base y núcleo de los indígenas del valle, que como sus congéneres de Tarma, Jauja y Huancayo, se habían sublevado y estaban completamente decididos por la causa de la independencia.

El 2 de marzo a media noche, púsose Ricafort en marcha hacia el pueblo referido (Concepción) con toda clase de precauciones a fin de presentarse por sorpresa; medida que si era necesaria para desbaratar el insignificante número de patriotas le economizaría por lo menos el gasto de fuerza y sangre exigida por toda resistencia.

A las tres de la matrugada del 3 de marzo de 1821 cuando el pequeño escuadrón hallábase dormido, y por supuesto descuidado, a causa de no haber tomado señal ni anuncio de ningún próximo enemigo, los realistas entraron sigilosamente en Concepción y asaltaron por diversos puntos el cuartel en que aquél habíase alojado, y sin brindar el menor espacio para cualquier acción; consumados así de un solo golpe el bien planeado y facílicimo triunfo. Sin embargo los primeros disparos despertó al pueblo y enterados del asalto, se movilizó la guerrilla en defensa de la pequeña y única fuerza dejada en el valle; la confusión y el desorden que se ocasionó en la obscuridad produjo numerosas bajas entre los patriotas alzados del pueblo que se defendió sólo con escopetas y rejones.

5. LAS HEROINAS TOLEDO.

Tres semanas después de la sorpresa de Concepción, ocurrida el 3 de marzo, el 24 del  mismo mes, llega al cuartel general de Asnapuquio, por senderos extraviados, usado sólo por los veloces chasquis, pliegos cerrados enviado por el desesperado Ricafort pidiendo apoyo urgente por encontrarse amenazado simultáneamente del lado de Cerro de Pasco por Aldao y desde Huamanga y Huancavelica por los montoneros de Huanta y Cangallo que buscaban la revancha ansiosos de vengar los crímenes cometidos por ellos.

La reacción del mando realista fue inmediata; al día siguiente 25 de marzo, salían del campamento de Asnapuquio con destino a la sierra central, el coronel Jerónimo Valdés, jefe del estado mayor del ejército español conduciendo un destacamento de 1,200 hombres

El 9 de abril, mientras Valdés partiendo de Huaripampa, avanzaba de norte a sur por la margen derecha en busca de Ricafort, éste lo hacía de sur a norte encontrándose en el pueblo de Mito. Avanzaron resueltamente para ocupar Concepción, cruzando la zona pantanosa de la Huaycha.

Entre tanto los pobladores de le región cruelmente castigados por los españoles cada vez que pasaban por ella, se mantuvieron en constante alerta para huir o defenderse; así desde el momento en que ellos pisaron el valle, se extremó el alerta y la vigilancia; pronto llegaron mensajes que indicaban con precisión la presencia de Valdés y Ricafort. En Concepción se había preparado con toda oportunidad para defenderse agresivamente del enemigo recordando lo sucedido el 3 de marzo con el escuadrón dejado allí; era pues necesario no dejarlos entrar en la ciudad. Las Toledo se dedicaron a reunir personal para organizar la defensa del puente.” (***)

(***)MENDOZA MELENDEZ, Eduardo: “La Independencia”. Ed. Santa Bárbara, Lima, Perú, l999. Pág. 71-72.

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